La diversidad familiar es una constante en nuestra sociedad. Hace apenas unas décadas, la familia nuclear se consideraba el fundamento social único: padre, madre e hijos. Ahora, los tipos de familias existentes son muchos más.
¿Cómo podemos definir lo que es la familia?
En realidad, ¿qué es la familia? La Organización Mundial de la Salud nos presenta una definición que te vendrá muy bien para contextualizar este artículo. Podríamos desglosarla así:
- Conjunto de personas convivientes bajo un mismo techo.
- Se organizan en roles fijos: padre, madre, hermanos…
- Presentan, o no, vínculos consanguíneos.
- Comparten un modo común de existencia social y económica.
- Unidos y cohesionados por sentimientos de afecto.
Las nuevas familias
A la hora de establecer ese concepto de que es la diversidad familiar, es más fácil entenderlo en la práctica que teorizarlo. En cualquier caso, piensa en él como la pluralidad de formas de convivencia familiares. Se aprecia en aspectos sexuales, interraciales y multiculturales.
Entre los factores que han contribuido a impulsarla, destacan:
- Acceso a las técnicas de reproducción asistida para mujeres no casadas.
- Derecho al matrimonio entre parejas homosexuales.
- Acceso a la adopción y la reproducción asistida para homosexuales.
- Regulación de las uniones de hecho.
- Nuevas costumbres y relaciones amorosas.
- Globalización y liberalización de las fronteras mundiales.
- Incremento de la migración.
- Rapidez en la difusión de las ideas y culturas gracias a Internet y las redes sociales.
El principio que rige actualmente es que no existe un modelo de familia mejor que otro. Lo esencial es que, en su seno, haya una excelente relación entre sus miembros. La comunicación, el afecto, los cuidados, el respeto y las responsabilidades asignadas son más importantes que la tipología familiar en concreto.
Tipos de diversidad familiar
Analizamos a continuación cuáles son en relación con la diversidad familiar los tipos que habitualmente podemos encontrarnos:
- Nuclear. Es la familia clásica biparental, formada por hombre y mujer más sus hijos.
- Extendida. Incluye a otros parientes de segundo o mayor grado, por ejemplo abuelos, primos y tíos, que conviven bajo un mismo techo.
- Monoparental. Formada por un único progenitor (madre o padre). Puede tratarse de padres solteros, separados, divorciados o viudos.
- Homoparental. Dos mujeres o dos hombres homosexuales pueden formar estas familias con sus descendientes. La reproducción asistida, la maternidad subrogada, la adopción o la reproducción natural no deberían influir en la concreción de estas familias.
- De padres separados. Deriva de las separaciones y divorcios de parejas que, después, deben alternar la crianza y convivencia con sus hijos. Pese a esta alternancia, deberían compartir un criterio común por el bien de sus descendientes.
- Reconstituida. Se produce cuando padres separados, con hijos anteriores, se juntan y forman una nueva unidad familiar. Los hijos de cada uno pasarían a ser hermanastros.
- Adoptiva. La adopción es cada vez más habitual y genera la aparición de familias con vínculo de parentesco sin relación biológica. Impulsa, también, la diversidad racial y multicultural, especialmente cuanto mayor es la edad del menor adoptado.
- De acogida. Es una familia temporal, fruto de la generosidad de un individuo o pareja que decide acoger en su casa a uno o más menores hasta que puedan volver con sus padres o ser adoptados definitivamente.
- Sin hijos. La forma una pareja sin descendencia, algo cada vez más frecuente.
- Interraciales. Cualquiera de las anteriores cuando están formadas por personas de etnias o razas distintas.
- Multiculturales. Ocurre también en cualquiera de las familias comentadas, en este caso cuando están compuestas por integrantes procedentes de países, religiones o culturas distintas.
La diversidad familiar en la escuela
Ante esta realidad social incuestionable con la que nos encontramos, es fundamental educar para la diversidad familiar en la escuela. En ella tienes que encontrar un espacio de comprensión, información y respeto a todas estas clases de familia.
El objetivo único es que todas las familias y, sobre todo, sus miembros se sientan aceptados en la sociedad real. La educación es la clave y, por supuesto, las edades más tempranas son las más moldeables para inocular los valores apropiados.
Si perteneces a una familia diversa, en la escuela debes:
- Sentirte acogido y respaldado.
- Ser feliz, cualquiera que sea tu entorno familiar. Te recomendamos la lectura de nuestro artículo: Ser tú mismo te hará más feliz
- Comprender que es algo normal, ni mejor ni peor que el resto de las posibilidades.
- Aprender que la diversidad, también la familiar, forma parte de la grandeza humana.
- Sentirte libre para, en el futuro, formar la familia que quieras o puedas.
Diferencias con la familia tradicional
En esencia, todas las familias deberían ser iguales: núcleos amorosos de convivencia en los que todos se relacionan con respeto e intereses comunes para crecer como personas.
Los agentes que participan en ellas pueden cambiar, pero los roles se mantienen, las normas de convivencia se siguen fijando de igual modo y el cuidado y la educación de los hijos continúa siendo lo prioritario.
Vivimos nuevos tiempos sociales en los que la diversidad familiar está encontrando su sitio. Todos debemos contribuir a ello con amplitud de miras, educación, sensibilidad y compromiso porque la familia, tradicional o no, sigue siendo la base de toda sociedad.
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