Si tienes el set up perfecto de gamer quizás este artículo te interese.
La adicción a los videojuegos es una circunstancia que puede afectarte sin que te des cuenta. Te damos todas las claves para que descubras si la tienes.
Soy gamer o adicto a los videojuegos
Ser gamer es sinónimo de querer terminar los videojuegos que más te gustan con la intención de conseguir la máxima puntuación posible. Esto conlleva que le dediques a esta afición, o profesión según tu caso particular, una media razonable de entre tres y cuatro horas diarias.
Ser adicto significa experimentar una serie de síntomas que no puedes pasar por alto. Es decir, unas horas al día es algo positivo, pero la adicción, a lo que sea, no lo es.
¿Qué es la adicción a los videojuegos? Síntomas según la OMS
La adicción a videojuegos en adultos ronda, en algunos países, el 10 % de la población, según la OMS. Para saber si la padeces, responde a estas preguntas sobre tu adicción a los videojuegos y sus síntomas. ¿
Te acuerdas de Juanito? Sí, ese amigo al que tanto querías y con el que salías a menudo. ¿Desde cuándo no hablas con él? ¿Te acuerdas que el sol sigue saliendo a diario? ¿Desde cuándo no te da en la piel directamente? ¿Sabías que más allá de la puerta de tu casa hay un mundo fantástico? ¿Se te pasan los meses volando? ¿Duermes bien o estás toda la noche jugando? ¿Tus manos tienen la forma del mando de tu consola?
Si lo tuyo es atornillarte durante horas a tu asiento y olvidarte del mundo, quizá tengas un problema. Realizar una actividad física, hablar con alguien o disfrutar de tu tiempo libre no ha de reducirse a una pantalla. Si observas que te cabrea no poder jugar, si sales a la calle pensando en volver para terminar una partida o si solo vives para jugar, busca ayuda.
¿Qué la produce?
Algunos expertos apuntan que la relación entre padres, hijos y videojuegos puede ser el origen de todo. Al no haber limitado el uso en su momento, invita al uso indiscriminado de la consola.
También hay otros aspectos importantes a valorar. Uno de ellos es llevar una vida demasiado lineal o tu falta de interés en otro tipo de actividades. Asimismo, el haber tenido problemas en la adolescencia te ha podido llevar a vivir en un mundo paralelo.
No olvides que las adicciones también surgen debido a un gen que has podido heredar. Además, resulta complicado salir del círculo vicioso de amistades que solo piensan en jugar. El ser competitivo/a o querer demostrarte que vales para mucho más ha podido llevarte a jugar más de lo saludable.
Peligros y consecuencias
El peligro principal es que pienses que no tienes escapatoria y que solo jugando eres feliz. Poco a poco irás perdiendo el interés por todo lo que no esté relacionado con tu pantalla. Dejarás de hablar con tus amistades, discutirás más con tus familiares y con tu pareja y tu rendimiento en el trabajo o en los estudios bajará progresivamente.
Preferirás dejar de ir a conciertos, al teatro o al cine. Notarás que tu cuerpo no te responde tan bien como antes. Terminarás disfrutando de tu aislamiento, pero también del paro, de una crisis de pareja y de una vida que no te mereces.
Cuida de tu salud
Los síntomas las consecuencias y el tratamiento han de ser siempre valorados por psicólogos. La adicción a los videojuegos y su tratamiento se basa en la terapia cognitiva-conductual. Te ayudarán a aprender a pensar de forma distinta y a solucionar las causas que te llevaron a refugiarte en una vida virtual.
Comenzarás a moverte, a retomar las relaciones perdidas y a recuperar tu autoestima. Recuerda que encontrar nuevas aficiones, socializar y volver a disfrutar de tu vida está a tu alcance.
Pero lo más importante es que solo al principio del proceso tendrás que dejar de jugar tanto tiempo. Poco a poco podrás volver a disfrutar de los videojuegos, pero ya desde un punto de vista distinto. La meta a alcanzar es que seas consciente de que sumando las horas que le dedicas a tu adicción podrías haber logrado superar cualquier tipo de reto personal.
Es imprescindible que prestes atención a tus síntomas o las de otras personas para ayudarles. No se trata de estigmatizar los videojuegos, ya que son muy positivos en el desarrollo cerebral y cognitivo. Has de encontrar el punto medio y usarlos a tu beneficio, pero sin renunciar a tu vida.
Esperamos que la información anterior sobre la adicción a los videojuegos te sea de gran utilidad. Seguro que has podido recapacitar y descubrir si te merece la pena seguir así. Pedir ayuda no es sinónimo de debilidad, sino de querer volver a ser la persona que fuiste. Recupera tu salud y tu vida de antes, y prepárate para vivirla en primera persona.
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