¿Te gusta hacerte selfies? ¿El resultado no es siempre el que esperabas? ¿Qué te parecería descubrir todos los secretos de los influencers para sorprender a tus seguidores en las redes sociales? A continuación, te comentamos cuáles son los accesorios de fotografía que necesitas para convertir cada instantánea en una pequeña obra de arte.
Consejos técnicos para triunfar
Sería recomendable que comenzaras inspirándote en tus fotografías favoritas para tener un punto de partida. Igualmente, has de tener en cuenta que se trata de un autorretrato y que la imagen que consigas ha de trasmitir algún tipo de mensaje. Cuando tengas claro qué quieres lograr, no olvides las siguientes recomendaciones.
Cuida la iluminación
La iluminación de la fotografía es lo más parecido a la guarnición que pides en un restaurante. Imagínate un chuletón solo en el plato (tu imagen). ¿A que le falta algo? Pues esas patatas fritas, la salsa picante o la ensalada hacen el papel de la iluminación en tu selfie. Es decir, aportan matices distintos que enriquecen el resultado final. Los expertos opinan que:
- Lo mejor es contar siempre con una iluminación natural. Aprovecha las primeras horas del día o el atardecer para conseguir una gama cromática más variada.
- De ser artificial, es conveniente usar una luz potente. El espejo de tu cuarto de baño te ofrece múltiples opciones gracias a su iluminación. Si te quieres fotografiar en otra parte de tu casa, usa un anillo de luz. Solo tienes que encenderlo, seleccionar su intensidad y hacerte la fotografía siempre con la misma luz, lo que no deja de ser positivo.
- Cuidado con las sombras. Dependiendo de tu ubicación, podrías situarte en zonas demasiado oscuras que arruinarán la imagen.
En el fondo…
Aunque tú seas el/la protagonista indiscutible de tu selfie, no olvides que el fondo también está ahí. Cuidado con ponerte delante de alguna estantería con libros o discos porque muchos se encargarán de analizar detalladamente tus gustos personales. Lo mejor es apostar por un fondo natural o con una pincelada de color, pero sin estridencias. Evita que se desvíe la atención de la persona que ve la fotografía.
Enfoca y usa el modo ráfaga
Tu cámara o teléfono móvil son herramientas ideales para fotografiarte, pero debes tener en cuenta que:
- Antes de hacerlo, intenta enfocar y comprobar si la luz es la más adecuada.
- Usa el modo ráfaga para que puedas quedarte con la mejor fotografía de la serie.
- Debes estirar el brazo lo máximo posible o usar un palo de selfie. El ángulo será mucho más adecuado y el resultado espectacular. Usa las dos manos, ganarás en estabilidad y podrás enfocar mejor.
- La altura de la cámara. Si te vas a centrar en tu cara, pon el objetivo a la altura de las cejas. Si quieres salir de cuerpo entero, mejor que te fotografíes desde arriba o de frente (un espejo puede ayudarte).
- Usa la cámara trasera de tu teléfono móvil. ¿Hola? Sí, tal y como lo has leído. Entendemos que tu terminal tiene una cámara frontal, pero mejor que no la uses. La cámara trasera tiene siempre más calidad y te permite conseguir un resultado más profesional.
Ahí está el detalle
No debes olvidar que un selfie es el fiel reflejo de cómo te encuentras en un momento determinado. No siempre tienes que tener una imagen perfecta, lo que te abre múltiples posibilidades. Intenta variar lo máximo posible e ir de las imágenes más informales a las más profesionales cambiando los detalles de cada una de ellas.
- El vestuario. En un segundo te haces una idea bastante aproximada de lo que la persona quiere decirte con su imagen. El vestuario que elijas te ayuda a subrayar tus sensaciones y, sobre todo, a combinar distintos colores.
- La decoración. Hablábamos antes del fondo, y ahora nos toca hacerlo de los pequeños objetos que marcan la diferencia. Menos es siempre muchísimo más, recuérdalo.
- ¿Qué expresa tu cara? Es posible que tras poner en práctica todo lo anterior tu selfie no termine de convencerte. Tu expresión ha de ser siempre natural. No renuncies a tu personalidad. No hagas muecas demasiado exageradas. La naturalidad es tu mejor aliada. Ni morritos, ni pelucas, ni poses copiadas. Apuesta por tu expresividad habitual.
- Intenta captar un momento especial. Si vas a posar porque te apetece, estupendo. Pero recuerda que también es importante reflejar vivencias que quieras recordar. Un concierto, pasear junto a un monumento o una reunión con tus amigos son algunos ejemplos.
- Adiós a la timidez. ¿De veras tienes que ir por el mundo como un enterrador? Aprende a exponer tu parte más infantil, simpática y golfa. Aprovecha cada fotografía para volver a tu infancia.
Ya tienes la fotografía, ¿qué puedes hacer con ella?
Por más que los famosos digan lo contrario, más del 90 % de las fotografías que suben a Internet son tratadas con filtros. Para facilitarte la tarea, hay aplicaciones específicas que te ayudan a elegir el que más te convenga. Ahora bien, piensa que:
- El filtro debe suavizar o matizar algunos detalles, pero no ser protagonista. No se trata de conseguir la máxima perfección, sino de convencer a quien vea la fotografía. Desenfocar el fondo es un recurso bastante eficaz para resaltar tu imagen.
- No añadas elementos gráficos. Esta opción es perfecta para las stories de Instagram, pero no para una selfie. Cualquier añadido captará toda la atención y distorsionará tu mensaje.
- Aprende a manejarlas correctamente. Busca una opción sencilla que sepas utilizar. Limítate a recortar un poco la fotografía. Corrige la iluminación y aplica algún filtro de color si así lo deseas. Recuerda que la frescura es imprescindible.
Ya conoces todos los trucos para conseguir unas fotografías perfectas. El resto depende de ti. Cada imagen es una tarjeta de presentación de lo que sentiste en ese momento. Crea un estilo personal. Aprovecha cualquier momento y sobre todo, envía tu energía positiva a todo aquel que pueda verla. Seguro que no tardarás en sorprender con tu nueva colección de selfies. ¿A qué esperas para comenzar a poner en práctica nuestros consejos?