Tenemos la certeza de que alguna vez has tenido dudas acerca de qué es exactamente lo que queda asegurado bajo una póliza de seguro hogar.
En este sentido, te tenemos que decir que nosotros podemos echarte una mano. Así, del continente y contenido los ejemplos son el mejor aliado, puesto que permiten comprender con claridad a qué refiere exactamente cada uno de esos conceptos.
Dado que a nosotros siempre nos interesa presentarte los temas más interesantes y útiles (como en aquella ocasión en la que te hablamos de cómo ahorrar en calefacción) creemos que este artículo es perfecto.
Gracias a la información que aquí podrás leer, te quedarán todas las dudas perfectamente resueltas.
Te aclaramos qué es
Para entender la diferencia entre contenido y continente, no hay nada mejor que partir de un análisis de cada uno de estos conceptos por separado. Así, te decimos que:
- El continente: se trata de aquel concepto propio de los seguros de hogar que engloba todos y cada uno de los elementos del inmueble que constituyen su estructura constructiva. Es decir, se trata de la unión de los cimientos y suelos, por supuesto, pero también de los techos y cubiertas. Del mismo modo, también se han de incluir las puertas, las ventanas y las persianas. Así, y aunque algunos de estos elementos sean sustituibles (como las puertas) y otros no (como los cimientos), en ambos casos constituyen la estructura del domicilio. Lo mismo ocurre con los dispositivos de seguridad, las instalaciones de agua, la instalación eléctrica y los sanitarios.
- El contenido: el contenido, por su parte, trata de englobar todo lo que no queda incluido en el punto anterior. Es decir, todos aquellos elementos de la casa que no forman parte de lo que ya hemos definido como su “estructura constructiva”. Nos estamos refiriendo, esencialmente, a todos los objetos que se han ido añadiendo posteriormente a la vivienda, ya sea por parte del propietario o por parte del inquilino: por ejemplo: te has mudado con tu pareja y teneís: sofá, cama, electrodomésticos, etc. Es todo aquello que, en esencia, no constituye al inmueble en sí mismo. Cabría hablar de los electrodomésticos, así como de los dispositivos electrónicos, el mobiliario, los efectos ornamentales, los alimentos, la ropa, los efectos personales…
5 ejemplos de continente y contenido
Si bien en el apartado anterior ya te hemos apuntado algún ejemplo acerca del continente y contenido de la vivienda, es hora de centrarnos más en este tema. Es decir, más allá de conceptos teóricos como el de “estructura constructiva”, la mejor manera de ilustrar el verdadero valor de estas palabras es mediante ejemplos reales del día a día.
Así, para calcular qué es el continente y el contenido, te hablamos de lo siguiente:
- Ejemplos de continente:
- Las puertas: tal y como te hemos apuntado más arriba, las puertas pueden considerarse como elementos que constituyen el inmueble en sí mismo, al mismo nivel que las paredes o el suelo.
- Las ventanas: se aplica el mismo concepto que con respecto a las puertas. Forman parte de las paredes y, como tal, constituyen la casa.
- Los tabiques: es evidente que una casa se define por su suelo, su techo y sus paredes. Por lo tanto, los tabiques son considerados como parte fundamental de la misma.
- El tejado: cualquier daño que sufra el tejado es concebido como un daño sobre el continente, es decir, sobre el inmueble.
- El parquet: en tanto que forma parte esencial del suelo, no es contenido.
- Ejemplos de contenido:
- El ordenador portátil: los elementos electrónicos almacenados dentro de una casa son entendidos como un ejemplo evidente de contenido, nunca de continente.
- Las joyas: aunque se encuentren en, por ejemplo, una caja fuerte empotrada, son consideradas como elementos extraordinarios, que no constituyen en ningún caso a la casa en sí misma.
- La mesa del salón: ya te habíamos apuntado con anterioridad que los muebles, comprendidos desde un punto de vista genérico, son el contenido de la vivienda.
- La televisión: también la lavadora, la nevera o el lavavajillas. No dejan de entrar dentro de la categoría de electrodomésticos, que siempre son incluidos en el contenido.
- Un cuadro: los elementos que adornan la casa, aunque estén estrechamente ligados a ella (como un cuadro a una pared) son contenido.
¿Qué asegurar si soy propietario o inquilino?
Ya sabes que las ideas de continente y contenido y de seguro hogar están unidas. Es decir, estos términos interesan en tanto que informan exactamente de aquello que protege (o no) un determinado contrato de seguro.
En este sentido, es posible que te interese conocer qué tipo de póliza te interesaría firmar dependiendo de la situación en la que te encuentres con respecto a un inmueble concreto. Así, sabrás si se debe calcular continente y contenido para el seguro del hogar o solo una de las partes.
Si soy propietario
Está claro que, si eres el dueño de un inmueble, lo ideal es que contrates una protección del continente. Al final, si alquilas tu piso a alguien, este llevará sus propias cosas que, en principio, no son de tu interés. Sin embargo, si le ocurre algo al inmueble en sí, tú sufrirás las consecuencias.
Por eso, te podemos aconsejar que, sin ninguna duda, y en caso de ser propietario de cualquier tipo de inmueble, se contrate un seguro de continente frente a posibles siniestros.
Si soy inquilino
En el caso de ser inquilino, ocurre justo lo contrario. Tú no eres el dueño del inmueble, por lo que tú no cargas con las consecuencias de que este sufra algún daño. Sin embargo, sí eres el propietario de todos los elementos de su interior (ropa, elementos electrónicos…), por lo que muy probablemente te interese contratar una póliza que defienda tus cosas, esto es, el contenido. Así que esto responde a la pregunta de quién paga las reparaciones de un piso alquilado.
En conclusión, ya puedes decir que sobre el continente y contenido los ejemplos que conoces te permiten comprender ambos conceptos completamente. Has podido ver que la diferencia fundamental se encuentra en si forman parte de la estructura de la casa o no. Además, y esto es especialmente importante, has comprendido que el tipo de seguro que te conviene contratar depende de si eres propietario o no.
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