El efecto túnel es un fenómeno en el que la amplitud de campo visual disminuye proporcionalmente conforme aumenta la velocidad del vehículo en el que nos desplazamos. Sin embargo, esta no es la única situación en la que ocurre esta reducción de la visión periférica. Si quieres saber en qué consiste la visión en túnel, lee a continuación nuestros consejos para disfrutar de una conducción con las máximas garantías de seguridad.
¿Qué es el efecto túnel?
Es de sentido común pensar que cuanto más rápido vayamos, de menos tiempo dispondremos para visualizar los elementos laterales que nos rodean y más focalizaremos nuestra agudeza visual hacia el centro y menos hacia los lados. Este efecto óptico producido por la velocidad es el llamado efecto túnel.
El campo visual humano abarca los 180 grados, lo cual supone que somos capaces de detectar en posición estática nuestras manos extendidas a ambos lados sin necesidad de girar el cuello. La percepción lateral disminuye proporcionalmente según nos movemos, reduciéndose el ángulo de visión hasta los 42 grados a 100 km/hora. Resulta comprensible, entonces, que efecto túnel y seguridad vial vayan de la mano a la hora de establecer los límites a los que podemos circular, ya que la velocidad visual que nos permite percibir obstáculos en la calzada y actuar en consecuencia se reducen considerablemente.
Precauciones para evitar la visión de túnel
¿A qué velocidad exactamente se da la visión de túnel? Aparece tan solo a 10 km/hora de diferencia de los niveles máximos permitidos para circular en autovías y autopistas en el estado español. Es decir, a 130 km/hora estrechamos el ángulo de visión hasta los 30 grados, momento en el cual aparece el efecto túnel. Esto nos afecta haciendo que no veamos a ciclistas, peatones, hagamos errores cálculo a la hora de mantener la distancia de seguridad y no tengamos tiempo de captar la información de las señales de tráfico o las indicaciones de maniobra de otros vehículos. Conocer qué es la visión túnel es básico para entender y respetar las limitaciones de velocidad dentro y fuera de los núcleos urbanos.
Pero la pérdida de la visión periférica no solo ocurre en situaciones en las que nos desplazamos a gran velocidad, sino que puede ser fruto de enfermedades o situaciones de alta emocionalidad o estrés. Enfermedades como la retinosis pigmentaria o el glaucoma producen un angostamiento del campo visual, por lo que conviene realizarse revisiones en el oftalmólogo con relativa frecuencia, especialmente si conocemos la presencia de estos trastornos oculares en la familia.
En general, conducir bajo condiciones de gran nerviosismo reduce nuestro campo visual, multiplica el tiempo de reacción y el riesgo de accidente, por eso no conviene conducir con estrés. Desde Zurich Klinc siempre te ofrecemos las mejores condiciones en tu seguro de coche y nos disponemos a cuidarte ofreciéndote toda la información de la que disponemos para tu tranquilidad.
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