¿Te preguntas si es obligatorio un seguro de vida? Probablemente te lo preguntes porque te estás planteando pedir un crédito. Pero lo cierto es que todos necesitamos un plan B por si el futuro no es como lo hemos imaginado. En esta entrada podrás descubrir en qué consiste un seguro de este tipo, y te ofreceremos una serie de recomendaciones a seguir antes de firmar tu póliza. ¿Estás listo?
¿Es obligatorio un seguro de vida?
Has oído hablar de él en infinidad de ocasiones, pero reconócelo: no sabes exactamente qué es un seguro de vida. No te preocupes, has llegado al lugar indicado. Un seguro de vida es el que permitirá a tu familia disponer de suficientes recursos económicos si tú fallecieras súbitamente. Gracias a él, los tuyos no tendrán que preocuparse por nada. Te facilitará, igualmente, los ingresos económicos que puedas llegar a necesitar en el caso de que, a causa de un accidente o de una enfermedad, sufras una invalidez total y permanente.
Como puedes comprobar, contratar un seguro de vida es muy recomendable, aunque no obligatorio; salvo en contadas ocasiones como a la hora de solicitar una hipoteca. En cualquier caso, contar con una póliza te ofrecerá la misma seguridad que a un trapecista disponer de una red cuando realiza un triple salto mortal. ¿Por qué arriesgarte a caer sin una protección?
Para calcular tu seguro de vida, la empresa aseguradora tiene en cuenta diferentes parámetros. La edad es el primero, dado que permite establecer tu esperanza de vida. Pero también se consideran la profesión que desarrolla el asegurado y el capital por el que se desea asegurar. La póliza se adaptará a tu situación y al modo en que desees garantizar el bienestar de tu familia.
10 cosas que debes hacer antes de contratar un seguro de vida
Ahora que probablemente tienes claro que más tarde o más temprano necesitarás contratar un seguro de vida, ¡no te lances a hacerte con el primero que veas! Espera y medita la decisión siguiendo una serie de consejos de lo más útiles. Estos son los 10 imprescindibles, que conviene tener en cuenta para no errar a la hora de elegir el seguro que más te convenga. ¡Toma nota!
1. Solicita información a diferentes compañías
¿Por qué conformarse con solicitar información a una sola empresa? Puede que te sientas tentado de recurrir a la misma firma con la que tienes contratado el seguro de tu vivienda, o el de tu vehículo, y firmar cuanto antes. Pero no consultar a más compañías sería un error. Además, no olvides que en la actualidad puedes hacerlo por Internet, con lo que ahorrarás tiempo y trámites. ¡A golpe de clic es más sencillo que nunca!
2. Compara los precios de las diferentes pólizas
Busca la más ventajosa de todas, o la que mejor se adapte a ti, en función de las condiciones económicas que establezca cada una de ellas. Por eso es importante que hagas caso al punto anterior y solicites tanta información como puedas.
3. Haz una comparativa de las coberturas que contempla cada seguro
Ahora que dispones de información sobre varias compañías de seguros y conoces los precios que te ofrecen, no olvides leer las coberturas que se detallan en las diferentes pólizas. Es importante que contrates las coberturas adecuadas. No te conformes con una básica que no contemple las situaciones que consideres plausibles. Lo ideal es que estas sean totalmente personalizadas.
4. Lee el contrato y asegúrate de que lo entiendes por completo
No debes firmar aquello que no comprendes o que no has leído de principio a fin. Es una regla de oro. Asegúrate de que no tienes dudas sobre ninguno de los puntos recogidos en el documento, y tampoco sobre la letra pequeña.
Si fuera necesario, pide ayuda para solventar cualquier duda que te asalte. Es mejor hacerlo que arrepentirse después por haber firmado algo con lo que en realidad no estás del todo de acuerdo.
5. Nombra a tus beneficiarios
Tus hijos, tu pareja o cualquier otra persona que tú elijas. Escribe el nombre de quienes quieras que se beneficien, y en el caso de hacer constar a más de una persona, indica cuál será exactamente el porcentaje que recibirá cada una de estas.
6. Piensa en tu presupuesto
No debes olvidar esto antes de firmar tu póliza. Ten en cuenta tus ingresos, haz cuentas y decide cuánto te puedes llegar a gastar. Recuerda que, cuanto mayor sea el capital que contrates, mayor será también el coste de la mensualidad que debas pagar.
7. Contrátalo cuanto antes
No esperes a cumplir más años de los que tienes en la actualidad, porque, entre otras cosas, su coste subirá considerablemente. Lo idóneo es decidirse lo antes posible, ahora que aún eres joven pero ya tienes algunas cargas familiares, como hijos de corta edad o una hipoteca, que tu familia no podría afrontar sin ti. La treintena es la franja de edad idónea para comenzar a pensar en el futuro y asegurárselo a los tuyos.
8. Sé sincero en tu cuestionario médico
No te sientas tentado de mentir. Incluir un dato que no es cierto, u omitir otros, son acciones que podrían salirte muy caras. De hecho, podrían ser motivo de anulación del seguro, quedando sin efecto alguno y sin la cobertura que deseas para tu familia.
9. No te conformes con el seguro incluido en tu hipoteca
Puede que pienses que el seguro de vida que firmaste junto a la hipoteca de tu vivienda es suficiente, y que no necesitas otro. Nada más lejos de la realidad. En este tipo de pólizas, la beneficiaria exclusiva es la entidad bancaria, que ve cubierto el pago que te quede por realizar. Tu familia, sin embargo, no recibiría ningún dinero.
10. ¿Es obligatorio un seguro de vida?
No te conformes con una póliza estándar, ni con aquella en la que puedas realizar algunos cambios. La personalización es la clave del éxito de un seguro de vida. Procura que se adapte 100 % a tus condiciones.
Como has visto, aunque generalmente no es obligatorio un seguro de vida, disponer de uno es fundamental. Piensa en ti y en los tuyos, y no dudes en contratarlo cuanto antes. En Klinc te ayudaremos a que encuentres el que mejor se adapte a tus necesidades.
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