Si estás buscando cómo ser fitness en casa, esta entradate interesa. La vuelta a la rutina es el momento perfecto para desinstalar de tu teléfono las aplicaciones de comida a domicilio y comenzar nuevos hábitos de vida saludables. Si no sabes por dónde empezar, ¡no te preocupes! Nosotros te ayudamos con una lista de consejos.
Dile adiós al azúcar refinado para siempre
¿Sabías que existen estudios que señalan que el azúcar podría actuar como una droga en tu cuerpo? Aunque las pruebas no son concluyentes, varios tests realizados en ratones muestran cómo su consumo puede llegar a ser similar al de estupefacientes, provocando cambios de comportamiento y reacciones químicas en el cerebro similares a las de los adictos a los narcóticos.
Lo que sí que está comprobado es su relación estrecha con enfermedades cardiovasculares y con la obesidad. Vale que has crecido comiendo Panteras Rosas, pero es el momento de dejarlas atrás y sustituir tus antojos de dulce por algo más saludable, como frutas, miel o estevia. Si crees que es un cambio muy radical, procura integrar los productos alternativos progresivamente en tu dieta, hasta que hayas eliminado los más perjudiciales de tu dieta completamente.
Si te encanta picar entre horas, investiga recetas saludables que te gusten
Si te fijas en qué comen los fitness e intentas seguir sus hábitos desde el principio, vas a tener más posibilidades de fracaso que si intentas copiar sus hábitos de vida de forma progresiva. Intenta encontrar fórmulas que te acerquen a tus objetivos pero que, a la vez, funcionen para ti y no te saquen demasiado bruscamente de tu zona de confort.
Si todos los días comes patatas fritas entre horas, eliminar ese hábito por completo te va a costar más que si le encuentras una alternativa saludable. Las chips de verduras hechas al horno pueden funcionar para ti, ya que son crujientes y saladas pero, a su vez, bajas en grasas y con menos sodio que sus versiones industriales.
Los amantes de la Nutella pueden hacer su propia versión keto con avellanas tostadas, cacao puro en polvo y dátiles. Estos son solo dos ejemplos pero, si buscas por la red, encontrarás muchos más. Las barritas de cereales caseras o las galletas de chocolate hechas con harina de garbanzo son otros ejemplos muy populares. Todas estas recetas intentan bajar la ingesta de carbohidratos y grasas saturadas a la vez que aumentan el aporte de proteínas y grasas saludables.
Para saber qué comer, fíjate en las etiquetas
Aprender más sobre cómo están elaborados los productos procesados te ayudará a elegir mejor cuando hagas la compra. La sustitución de los azúcares de la que te acabamos de hablar es solo una parte; también las grasas saturadas, el aceite de palma, el glutamato monosódico o los excesos de sodio están contraindicados en un estilo de vida fitness.
Investiga por tu cuenta y aprende a leer las etiquetas para cuidar de tu nutrición. Conocer más sobre los ingredientes, o saber que su concentración es mayor cuanto antes aparezcan en el listado, te ayudará a comprar de forma informada y consciente. ¡No seas perezoso! Convertirte en un real fooder lleva tiempo, pero leer la composición de los productos solo unos segundos.
Busca entrenamientos que te resulten divertidos
En la vida fitness los alimentos y el ejercicio son igual de importantes. No se trata de matarte de hambre, sino de cuidar tu cuerpo por dentro y por fuera para alcanzar todo su potencial. Por este motivo, practicar deporte de manera regular va a ser otro must en tu nueva vida saludable. Elegir bien determinará tus posibilidades de éxito.
Si siempre has pensado que correr es de cobardes, pretender ser la nueva figura del running no parece un objetivo muy realista. Para crear un hábito que te permita estar en forma, es importante empezar con deportes que te parezcan entretenidos y que disfrutes practicando. Así te resultará mucho más fácil engancharte y seguir practicándolos una vez que la culpabilidad por haberte comido todas las tapas del chiringuito de playa haya desaparecido.
Si te gusta bailar, prueba con clases de zumba; si no te gustan los deportes de impacto, inténtalo con el yoga o el pilates; y, si tienes un espíritu competitivo, apúntate a boxeo. Tú conoces cómo funciona tu motivación mejor que nadie y, en la actualidad, la oferta de actividades en los gimnasios es casi ilimitada. Déjate de excusas y dedica algo de tiempo a encontrar tu forma ideal de mantenerte activo.
Comienza tu nueva vida fitness con buenos alimentos y ejercicio
Si quieres ver resultados y mejorar la salud y bienestar de tu cuerpo en el largo plazo, olvídate de las excepciones y de cuidarte solo de lunes a viernes. Aunque la teoría dice que hay que practicar ejercicio de alto impacto al menos cinco días en semana, puedes ir incorporando hábitos más activos a tus rutinas diarias hasta llegar a tu objetivo.
Empieza por asegurar tu bicicleta, porque a partir de ahora será tu gran aliada. Utilízala en lo posible para sustituir los viajes en metro y autobús. Además de estar beneficiando al medio ambiente, conseguirás arañar unos minutos de ejercicio cardiovascular al día. Y si tienes un perro, aprovecha para darle paseos más largos en lugar de una vuelta rápida a la manzana. Cualquier forma de incorporar actividad a la rutina que ya tienes te servirá para acercarte más a tus objetivos fitness.
En cuanto a la comida, practica el ejercicio consciente de buscar siempre la opción más saludable. Fórmate sobre los nutrientes más adecuados para tu cuerpo y búscalos en las cartas cuando comas fuera. Sabemos que es muy tentador elegir lo que más te apetece del menú del día, pero no olvides que la constancia es clave.
Con estos consejos ya tienes unas cuantas pautas básicas sobre cómo ser fitness en casa. Recuerda que la clave para cuidar de lo que comes y llevar un estilo de vida activo está en la incorporación progresiva de pautas que sean sostenibles en el tiempo. No ganarás la batalla por ser el más radical en los primeros días, sino por incorporar estas decisiones a tu rutina y ser capaz de mantenerlas.