¿Alguna vez has pensado en qué pasaría si perdieras el control de tu coche? Afortunadamente, hoy en día ya existen sistemas que intentan evitarlo. En nuestro post vamos a profundizar sobre uno de ellos, conocido como ESP.
El ESP, de las siglas de Elektronisches Stabilitätsprogramm, se refiere al sistema de control de la estabilidad de un coche y es un dispositivo de seguridad activa que controla la trayectoria que describe nuestro automóvil en caso de que se pierda el control. Su finalidad es comparar la trayectoria real del vehículo con la deseada por el conductor.
Cómo funciona el ESP
Para poder actuar, el ESP cuenta con varios sensores que le ayudan a corregir la trayectoria de nuestro automóvil, si es necesario.
- Sensor de ángulo de volante: Detecta el ángulo del volante y la fuerza aplicada y envía esta información a la unidad de control. La única forma que tiene el ESP de saber dónde queremos ir es a través de la posición del volante y, por eso, este sensor indica hacia dónde y con qué fuerza lo hemos girado.
- Sensores de giro de rueda:: Detectan la velocidad de giro de cada rueda, transfiriendo esta información a la unidad de control del sistema ABS.
- Sensores de aceleración lateral:: Registran el movimiento rotativo del vehículo entre los ejes longitudinales, verticales y laterales. Además, también registran los valores de aceleración de un impacto frontal o lateral.
- Un giroscopio:: Indica al sistema si el coche está intentando girar sobre su propio eje, como una peonza.
Con toda esta información, la unidad de control del coche puede saber si el este describe una curva como debería o no. Por ejemplo, si el sensor del volante le dice que está girado a la derecha, pero no hay una aceleración lateral, significa que el coche sigue recto y que, por lo tanto, el ESP debe actuar. Lo que hace el ESP es frenar la rueda que más le convenga en cada situación para generar una fuerza opuesta a la que nos está “echando” de la curva. De esta forma, compensa las fuerzas hasta que volvemos a la trayectoria ideal.
Consejos en caso de perder el control de tu coche
Los coches van equipados con el ESP pero, desde Zurich Klinc, queremos compartir algunos consejos que llevar a cabo en caso de que pierdas el control del coche.
- Conserva la calma.
- Evita frenar bruscamente.
- Si el derrape es leve, gira el volante con movimientos suaves a la derecha y a la izquierda. Si el derrape es fuerte, gira el volante en dirección hacía donde están derrapando las ruedas traseras y, al enderezar el vehículo, gíralo nuevamente en sentido contrario hasta estabilizarlo por completo.
- Evita distracciones y mantén la concentración mientras conduces. La pérdida de adherencia hace que el coche derrape sin control, de nada sirve que frenes o gires el volante tratando de mejorar la trayectoria.
- Levanta el pie del acelerador para intentar reducir paulatinamente la velocidad y recuperar el control.
- No dejes nunca de sujetar el volante con las dos manos
En Zurich Klinc nos preocupamos por la seguridad de tu coche y, por supuesto, de la tuya, y por eso te animamos a seguir nuestros consejos de seguridad vial.