¿Cuánto cuesta un seguro de vida?

Contratar un seguro de vida es garantizarse tranquilidad en el día a día. Porque es protección, estabilidad, seguridad, confianza, previsión y bienestar, sobre todo mucho bienestar. Tanto para ti como para tu familia.

Pero sabemos que también son dudas antes de contratarlo. ¿Cuánto cuesta un seguro de vida? ¿Quién lo tiene que pagar? ¿Cuál es el mejor de todos ellos? Despejamos estas y otras cuestiones tan importantes que te ayudarán a decidirte.

¿Qué es y qué te incluye un seguro de vida?

Por si estuvieses un poco perdido, una aclaración: un seguro de vida es un contrato que te ofrece cobertura en forma de protección económica en diferentes situaciones. ¿Cuáles? Todas estas:

Fallecimiento. Pues eso, cobertura económica en caso de fallecimiento del asegurado. Y no es que queramos ponernos en lo peor, pero también hay que hablar de esto.
Invalidez. Si sufres un accidente que te impida trabajar, no te preocupes, el seguro te cubre de manera económica.
Enfermedades graves. Lo mismo pasa con las enfermedades graves. Tranqui, que si enfermases, el seguro se haría cargo de los gastos médicos.
Accidentes. Algunas pólizas también incluyen cobertura por accidentes.

¿Comprendes ahora por qué decíamos que un seguro de vida es sobre todo bienestar?

Además, al contratar uno de estos productos, también podrás:

Flexibilizar el capital asegurado. Da igual el motivo ¿Que quieres ajustar el capital asegurado? Adelante, no hay problema.
Elegir el periodo de pago. Elige la periodicidad del pago: anual, trimestral o mensual.
Recibir asesoramiento. Recibe información sobre lo que más te conviene.
Personalizar tu póliza. Ajusta las condiciones a tu situación personal.

¿Cuánto cuesta el seguro de vida en España?

Qué rápido pasa el tiempo, ¿verdad? Ya vamos teniendo una edad en la que sabemos lo importante que es sembrar para recoger. Y claro, es inevitable que, a estas alturas, se nos pase por la cabeza contratar un seguro de vida, por si las moscas.

Y tras tomar la decisión, llega la pregunta del millón. Sabemos que mucha gente se pregunta cuánto cuesta un seguro de vida al mes o cuánto cuesta un seguro de vida al año. La respuesta es algo abstracta, ya que todo va a depender de los siguientes factores.

La edad. Si te estás preguntando cuánto cuesta un seguro de vida, es que ya no eres un chaval. A mayor edad aumenta el riesgo por enfermedad o fallecimiento. Y eso encarece el seguro.
La profesión. Hay profesiones con más riesgo que otras. No es lo mismo que trabajes en una oficina que de bombero. Lo cual influirá en el precio final.
Las coberturas contratadas. Cuantas más coberturas se incluyan, mayor será el costo del seguro.
La salud del asegurado. Cuando contrates un seguro de vida, en función de tu estado de salud, su precio oscilará.
El capital asegurado. A mayor capital asegurado, más altas serán las primas a pagar.

Si quieres calcular cuánto te puede costar un seguro de vida, puedes hacerlo en tan solo 1 minuto con nuestra calculadora.

Gracias a ella podrás calcular cuánto cuesta un seguro de vida para un préstamo o cuánto cuesta un seguro de vida para una hipoteca, por ejemplo.

Pero recuerda que no es lo mismo contratar un seguro de vida personal que uno familiar. Y eso, claro está, modifica la respuesta a la pregunta de cuánto cuesta un seguro de vida.

¿Cuánto cuesta un seguro de vida familiar?

¿Quieres incluir a tu familia en el seguro de vida? Bien pensado, porque no hay una mejor manera de cuidar de ella.

Pero ten en cuenta que es más caro. Es de sentido común: más personas con cobertura, incremento de precio.

Y también hay otros factores que inciden en el coste final, los mismos que en el seguro de vida individual: edades de los miembros de la familia, alcance de las coberturas, capital asegurado, profesiones y salud.

¿Quién paga un seguro de vida?

Lo lógico es pensar que el pago de un seguro de vida lo afronta la persona asegurada. Y así es, por lo que, si quieres contratar uno, que sepas que te toca pasar por caja.

Pero lo bueno para tu bolsillo, es que no siempre es así.

Puede, por ejemplo, que la empresa para la que trabajes incluya como parte de tu nómina el pago total o parcial de la póliza. Si es tu caso, qué gusto poder decir aquello de ¡que lo pague el jefe!

Otra situación es cuando contratas un seguro de vida familiar. En este caso, lo que puedes hacer es dividir los costos con tu pareja, por ejemplo.

Y luego está el tema de los seguros de vida hipotecarios. En este caso el titular del préstamo hipotecario es quien paga el seguro, ya que este seguro está asociado directamente a la hipoteca y su propósito es proteger a la entidad financiera en caso de fallecimiento del prestatario.

La flexibilidad en la responsabilidad del pago puede depender también de las condiciones específicas del contrato y de las regulaciones propias de cada compañía aseguradora

En busca del mejor seguro de vida

Y dejamos para el final la respuesta a la pregunta más complicada. La búsqueda del “mejor” seguro de vida varía en función de cada situación concreta. Por ejemplo, dependerá de si es solo para ti o si quieres incluir a tus peques o a tus padres que ya son mayores.

Hay muchos condicionantes, tantos como tipos de personas.

Lo primero es pensar para qué lo quieres. Por ejemplo, si estás pensando en comprar una casa, tendrás que enterarte de cuánto cuesta un seguro de vida hipotecario.

Y tras ello, como en la contratación de cualquier otro seguro, has de fijarte en estas variables:

Flexibilidad
Coberturas amplias
Que se obtenga un buen valor por lo que se paga
Reputación de la aseguradora
Servicio al cliente
Asesoramiento personalizado
Condiciones claras y transparentes

En Zurich Klinc tenemos un seguro de vida que cumple con todos estos checks. Y que, por eso te puede dar la mejor cobertura si las cosas se llegan a poner feas. Y ahora que ya sabes cuánto cuesta un seguro de vida, te animamos a que lo contrates. Y no solo porque sea la mejor manera de crear una base sobre la que planificar tu futuro y el de tu familia. También porque no hay mejor manera de protegerlo. Y eso supone tener un presente que rebosa bienestar.