Si algo sabemos en el sector de los seguros es que la base sobre la que se construye la vida es la salud. Sin ella no hay nada. Y a partir de ella viene todo. Por eso, además de tener una buena póliza que te cubra ante cualquier adversidad, es importante hacerse unas pruebas médicas de vez en cuando.
Porque un chequeo de salud, al igual que un seguro, es la mejor manera de prevenir: te contamos todo lo que tienes que saber sobre las pruebas médicas más comunes, su frecuencia recomendada y las revisiones médicas por edades.
Un chequeo médico es curarse en salud
Un día a día acelerado, una agenda cargada de compromisos laborales, sociales y familiares, y sobre todo una buena salud, suelen relegar a un segundo plano las revisiones médicas.
Pero no conviene dejar de lado las pruebas médicas. Especialmente cuando no se tiene ningún tipo de síntoma.
Vivimos en una época en la que el diagnóstico y la prevención de enfermedades, patologías y afecciones están tan avanzadas, que ya hubiesen querido disfrutar de ello nuestros antepasados. Entonces ¿por qué no beneficiarse de vivir en este periodo?
Estas revisiones médicas permiten detectar a tiempo posibles problemas de salud, lo que a su vez posibilita intervenciones que evitan que la afección se agrave. Y, además, proporcionan información sobre el estado actual del cuerpo y los riesgos a los que está expuesto.
Pero claro, para ello hay que anticiparse y hacerse pruebas médicas cada cierto tiempo en función de la edad antes de tener síntomas.
El primer seguro de salud proactivo
Piensa que esta conciencia preventiva no es solo la mejor manera de cuidarte a ti mismo. También es cuidar a quienes te rodean.
¿Qué análisis me puedo hacer para saber si estoy bien de salud?
Lo primero para chequear tu estado de salud es comenzar con una prueba, pero ¿cuál? Todo dependerá de si tienes algún tipo de síntoma o de tu edad. Pero a grandes rasgos, estos son algunos ejemplos de pruebas médicas con las que puedes comprobar tu estado de salud.
- Analítica de sangre. Esta prueba evalúa la salud en general del cuerpo.
- Presión arterial. Si quieres chequear tu salud cardiovascular, esta es una de las pruebas médica más habituales.
- Perfil lipídico. Mide los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre.
- Glucosa en sangre en ayunas. Si crees que puedes tener diabetes o prediabetes, es la prueba que te mandará tu médico.
- Chequeo de la vista y audición. ¿Quieres comprobar tu capacidad auditiva y visual? Esta prueba te permitirá comprobarlas.
- Análisis de orina. Es una de las pruebas médicas más comunes para conocer el estado de tus riñones, tracto urinario y detectar una posible diabetes.
- Electrocardiograma. Muestra la actividad eléctrica del corazón, detectando posibles irregularidades cardíacas.
- Densitometría ósea. Si quieres conocer el estado de salud de tus huesos, esta prueba evalúa la densidad mineral ósea. Es crucial para diagnosticar osteoporosis y evaluar el riesgo de fracturas.
- Pruebas específicas según género. Para mujeres, mamografías y pruebas ginecológicas. Y para hombres, evaluación de la próstata.
- Pruebas de detección de cáncer. Como radiografías, pruebas endoscópicas o biopsias. También son otras de las pruebas médicas más comunes, sobre todo a partir de cierta edad.
- Exploración física completa y consulta médica. Incluyen un análisis de antecedentes médicos y recomendaciones para mantener una buena salud.
Ahora bien, como ya sabrás, hay edades en las que hacerse este tipo de pruebas es más conveniente que otras. Sí, los años y la salud están muy relacionados.
Estas son las pruebas médicas que conviene hacerse según la edad
Obviamente los problemas de salud de un adolescente no son los mismos que los de una persona de la tercera edad. Las pruebas médicas, por lo tanto, también son diferentes. Tanto en tipo como en frecuencia.
Tu médico se encargará de especificarte más información. Pero, en general, estas son las revisiones médicas por edades recomendadas para hacerse una vez al año o cada dos.
- Personas jóvenes (18-30 años). En este intervalo de edad, las pruebas médicas anuales se centran en establecer una línea de base de salud. Para ello hay que hacerse análisis de sangre y de orina. Y si se es sexualmente activos, las pruebas de ETS son importantes. Otras pruebas importantes son los exámenes de vista y audición.
- Adultos jóvenes y adultos (30-50 años). Además de las anteriores, en este intervalo de edad se incorporan pruebas anuales más específicas. Como electrocardiogramas para evaluar el riesgo cardiovascular y el monitoreo de la glucosa en sangre para detectar diabetes. Las pruebas médicas a los 40 incluyen una evaluación de la función tiroidea y hacerse pruebas de detección de cáncer, como la colonoscopia y mamografías para mujeres y detección del cáncer de próstata en hombres.
Las pruebas médicas recomendadas a partir de los 50 años
A partir de los 50 años el cuerpo experimenta cambios fisiológicos significativos que requieren un monitoreo más exhaustivo.
- Adultos medios (50 a 65 años). Las pruebas médicas a los 50, además de incorporar las de edades anteriores, también suelen incluir una colonoscopia para detectar cáncer de colon y una densitometría ósea para evaluar la salud ósea, especialmente en mujeres postmenopáusicas. La frecuencia y la importancia de los exámenes de detección de enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión, aumenta en esta fase.
- Adultos mayores (65+ años). Para este grupo, además de las pruebas médicas anteriores, se incorporan evaluaciones más rigurosas de la función cardíaca y renal debido a la mayor prevalencia de enfermedades crónicas en esta etapa. Los exámenes para detectar demencia y otras afecciones relacionadas con la edad también son importantes.
Recuerda que, aunque tengas un reloj inteligente para monitorizar tu salud, es esencial consultar con tu médico. Él se encargará, en función de tu situación y de tu historial, darte recomendaciones específicas para tu situación concreta.
Nosotros, para que puedas tener una vida tranquila, además de animarte a contratar un seguro de salud, también te animamos a que te hagas tus pruebas, aunque no tengan síntomas. Y especialmente por ello.
Piensa que este tipo de pruebas médicas, al igual que los seguros, tienen una naturaleza de prevención. Y las personas con conciencia preventiva, viven más tranquilas al afrontar el futuro sin incertidumbre y con seguridad.
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