Sale el sol y llegan las alergias primaverales

¡Por fin llega la primavera!, exclamamos entusiasmados muchos al terminar el invierno.

A no ser, claro está, que formes parte de ese 30 % de españoles con alergias a la primavera. Nada más y nada menos que 8 millones de personas. Quizás nunca te ha tocado la lotería, pero esta, la genética, te llegó de serie.

Con este artículo no vamos a ayudarte a evitar sus síntomas. ¡Nos encantaría poder hacerlo! No obstante, quizás descubras algunos nuevos remedios para las alergias con los que sobrellevar mejor la tuya.

¿Qué es la alergia primaveral?

Cómo pasa el tiempo. Hace escasos meses publicábamos un post sobre las cosas buenas del invierno y ahora está a punto de llegar la primavera. Y con ella, aparecen las temidas y conocidas alergias primaverales.

Existen distintos tipos de alergias, pero, en esencia, son reacciones e hipersensibilidades al polen. Este elemento es habitual en la naturaleza durante todo el año.

Sin embargo, entre marzo y junio su concentración aumenta (es lo que tiene la floración). Además, se transporta por el aire y, por este motivo, suele afectar tanto a las vías respiratorias.

Por lo general, el malestar y la incomodidad entre los alérgicos son continuos. Concretamente, estos son algunos de los síntomas más frecuentes:

Nariz congestionada.
Aumento de la mucosidad.
Estornudos incontrolables.
Tos seca.
Picores o cosquilleos en nariz, ojos y vías respiratorias.
Ojos enrojecidos y lacrimosos.
Problemas al respirar, a veces incluso pitidos en el pecho.

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¿Cuáles son las alergias típicas?

Dicen que mal de muchos, consuelo de tontos. Desde luego, hay mucha verdad en esa frase. Porque ¿de qué te sirve que el de al lado estornude más que tú si estás hecho polvo?

De todas formas, y siguiendo con el refranero, porque el saber no ocupa lugar, te enumeramos a continuación cuáles son las alergias más comunes:

Al polen. Te suena, ¿verdad? Posiblemente, sea la más extendida. Procede, sobre todo, de plantas como el ciprés, el olivo, el platanero y las gramíneas.
A los ácaros. Estos arácnidos microscópicos están presentes en elementos húmedos y polvorientos. Los síntomas que producen se parecen a los del polen, aunque pueden añadir signos de asma.
A las picaduras de insectos. Hay muchos tipos de alergias, aunque la más frecuente es a la picadura de abeja. Sin control, puede derivar en un choque anafiláctico.
Al pelo de los animales. Los más habituales son el de los perros y los gatos, aunque, en realidad, la hipersensibilidad es a la caspa o las escamas presentes en ellos.
Alimentarias. Hay infinidad de ellas, ya que cualquier alimento puede ser susceptible de estas reacciones. La leche, los huevos, los frutos secos y el marisco figuran entre los más comunes.

5 remedios naturales y efectivos

Llega el momento de abordar el binomio alergias y tratamiento: ¿qué puedes hacer para reducir los molestos síntomas de este problema?

La solución es muy simple: quédate en casa con las ventanas cerradas para evitar los espacios abiertos. Pero después de lo vivido, seguro que no quieres volver a confinarse, ¿verdad?. Por ello, hemos recopilado estos cinco remedios naturales para alergias como las mejores alternativas a tu alcance.

1. Eucalipto

Te hará sentir mucho mejor. ¿Recuerdas cuando eras niño que asociabas este aroma a las personas ancianas? ¡Olvida los prejuicios! Cuando notes cómo te alivia consumirlo, te dará igual que los chavales empiecen a llamarte señor.

¿Cómo aplicarlo? Mediante vahos: te abrirán las vías respiratorias y expulsarás la mucosa. Mezcla un litro de agua hirviendo con 10 hojas de esta planta. Déjalo reposar tres minutos y respira sus emanaciones debajo de una toalla.

2. Cítricos

El alto contenido de vitamina C y en antioxidantes los convierte en útiles para tu propósito. Si los incorporas con frecuencia en tu alimentación primaveral, conseguirás que algunos de sus síntomas se suavicen. ¡Apúntate al zumo de naranja natural y al pollo o el pescado al limón!

3. Vinagre de manzana

Disuelve dos cucharadas pequeñas de este producto en agua y bébete la mezcla. Hazlo tres veces diarias y notarás la mejoría, sobre todo en la reducción del dolor de garganta y en tu alivio respiratorio.

4. Infusiones

Entre los remedios caseros para alergias, tu abuela o tu madre seguro que te han dado su propia versión. ¡Pídeles consejo! Acierten o no con su recomendación, se sentirán encantadas de intentarlo.

Entre tanto, toma nota y prepara tu despensa de infusiones para esta primavera. Compra té de ortiga, té verde, regaliz, eucalipto o menta e incluye en tu consumo diario una o dos de estas bebidas. Además de aplacar tu alergia, hidratarás tu organismo. ¿Lo mejor? Una por la mañana y otra por la noche.

5. Limpieza a fondo

Invierte tiempo y esfuerzo en dejar tu casa como los chorros del oro. Si no hay polen en ella, no hay causa para tu alergia. Pasa el aspirador a menudo, repasa el mobiliario con un paño húmedo y acostúmbrate a cambiar la ropa de cama cada tres o cuatro días.

¿Quieres un remedio bonus? Date una ducha caliente cuando llegues a casa para quitarte todas las partículas de polen. El vapor también te vendrá bien.

¿Cuánto suele durar?

En estas situaciones, es difícil asignar una duración concreta a la alergia primaveral. Cada persona la tiene a un tipo de polen concreto y los síntomas también varían según cada caso.

Sin embargo, en general, dejarás de notar los síntomas de forma progresiva. Conforme se vaya acercando el verano, mejor te sentirás. ¡Y no solo porque pronto cogerás las vacaciones!

A finales del mes de junio y principios de julio, normalmente, habrán desaparecido los problemas. Por lo tanto, las alergias primaverales se concentran, habitualmente, en un par de meses o tres. ¡Pero vaya meses que te dan!

Después de todo lo anterior, ya eres (casi) un experto en alergias a la primavera. Ahora sabes qué son y cómo prevenirlas o tratarlas, y lo mejor de todo, ¡te has convertido en uno de los enemigos públicos más temidos del polen! Lo malo es que, quizás, él también lo es para ti.