Recibir esta estación después de meses más cálidos puede ser difícil, aunque tiene muchas ventajas. ¿Cuáles son las cosas buenas del invierno? Repasamos las más habituales para que disfrutes del frío y de tu felicidad.
¿Por qué me gusta más el invierno que el verano?
Lo tienes claro. No hay nada como las vacaciones de invierno. Todo el mundo refugiado en su casa entre mantas, libros y películas, el sol ya no quema ni agobia, el silencio que te ayuda a relajarte, esas aficiones que tanto te gusta retomar con fuerza… ¡Eres un ser invernal!
Lo entendemos. Recuperas tu ciudad sin turistas. Disfrutas sin temor a sudar de una comida contundente. Duermes más a gusto y tranquilo. Exprimes los días al máximo, y en las largas noches recuperas el tiempo perdido: esta época del año te permite ser feliz sin problemas.
Frío vs calor, ¿cuál es mejor?
Para que lo veas más claramente, arbitramos un gran combate invierno vs verano. Este último te ofrece días largos, una temperatura a menudo insoportable, sudor, cuñados y demás problemas. La estación que comienza el 21 de diciembre es totalmente distinta e incluso mejora tu estado de salud.
Al descenso de las temperaturas le sigue un mejor cuidado de uno mismo. De hecho, la vestimenta invernal consiste en añadirte todas las capas posibles como si te convirtieras en una cebolla andante. ¿Está nublado o llueve? No te faltará el impermeable, las botas y toda la pesca. ¿Hace frío? Te abrigas como si estuvieras en Siberia. Es decir, el invierno se deja contrarrestar; el verano, no.
Desde el punto de vista psicológico, la falta de horas de luz puede llevarte a la melancolía. Sin embargo, es un periodo ideal para invitar a tus amigos a comer, a cenar o a realizar cualquier actividad dentro de tu casa. Así, descubres cómo tu casa es un refugio ideal para soportar el frío y la lluvia.
También puedes aprovechar las nevadas para viajar con la familia a disfrutar de un espectáculo natural único. Sí, lo de irte a la playa a ver a los turistas asándose como lagartos también te divierte, pero no es lo mismo.
Y finalmente, la comida. El calor te lleva a apostar por la dieta mediterránea, pero no faltan los refrescos, los helados y alternativas poco saludables. En la época invernal, hay menos probabilidades de gastroenteritis, ya que el frío mata a los virus que la provocan.
Los guisos tradicionales con legumbres, carne o pescado no son de consumo diario, aunque aportan todos los nutrientes en cada plato. ¿Puedes comerte una fabada en verano? Por supuesto, pero quizá por este motivo tienes grabado el 061 en tu agenda de contactos telefónicos.
Soy de los que le gusta el mal tiempo. ¿Qué quiere decir?
Algunos psicólogos opinan que se trata de una filia. En realidad, hay motivos físicos que pueden explicarlo. Cuando llueve o truena, los iones se encargan de limpiar el aire. Asomarte a la ventana durante una tormenta y respirar ayuda a oxigenar tu sangre de forma más pura.
A más oxígeno, más calma y mejores sensaciones. Añade el ruido de la lluvia al caer, que también tiene un efecto relajante (sobre todo si no te tienes que levantar para ir a estudiar o a trabajar). Una curiosidad: que haga frío de forma constante durante una semana lleva a tu cuerpo a quemar la grasa acumulada si cuidas tu dieta. ¿Entiendes ahora por qué la ropa te queda mejor en esta época?
Me gusta el invierno
¡Exacto! Además, a aparte de lo arriba comentado, queda un aspecto de vital importancia: el invierno y la ropa. Tienes para elegir entre una amplia oferta, logrando así subrayar tus puntos fuertes. No olvides que tu vestimenta trasmite un mensaje concreto de tu personalidad y que has de usarla siempre a tu favor.
Puedes apostar por el color, la variedad de materiales y prendas diversas. Lo importante es mantener tu personalidad en todo momento. En lo referente a tus gustos, hemos de aclararte que las apps para medir la felicidad más populares constatan que esta estación es la preferida de muchas personas.
Un reciente estudio confirma que el 60 % de los españoles lleva mal el calor y que prefiere periodos más gélidos. Si has tenido que sufrir que alguien te pregunte cómo se vive en tu castillo entre melancólicos cipreses, ya sabes qué responderle. La época invernal no hay por qué asociarla con la tristeza, sino con una oportunidad única para hacer todo lo que no puedes hacer en verano.
Y para finalizar, un detalle importante, antes mencionado tangencialmente. El frío se puede controlar con ropa, calefacción o tomándote algo caliente. El calor no es tan fácil de combatir y resulta estresante.
En tus manos está disfrutar de las cosas buenas del invierno o pensar que es una estación triste. Si paseando bajo la lluvia, abrigándote o disfrutando del calor hogareño eres feliz, que nadie te intente convencer de lo contrario.