¿Has apostado por compartir piso a los 40? Seguro que muchos te han comentado que tu adolescencia quedó atrás y que tienes que buscarte algo mejor. No les escuches demasiado, esta forma de vida te ofrece algunas ventajas que ellos aún desconocen.
Razones por las que muchos comparten piso a los +40
Son diversas y todas están relacionadas con entender la vida de una forma opuesta a lo que intentan imponernos. Entre otras, destacan las siguientes:
- Es una opción económica. El precio medio de un piso en el centro de Barcelona, por ejemplo, supera los 1.000 euros. Si tu sueldo es estándar y no quieres encadenarte a un banco de por vida, podrás ahorrar.
- Por escapar de tu rutina. Por más series que veamos, las relaciones familiares no siempre son una balsa de aceite. Para evitar enfrentamientos, limitaciones, controles y similares, nada mejor que vivir en otra parte y con quien quieras.
- Puedes elegir una zona mejor para vivir. Los alquileres son cada vez menos accesibles. ¿Por qué vas a tener que vivir en el extrarradio y no en el centro si es lo que te gusta? Compartir gastos es invertir en calidad de vida.
- Por motivos laborales. La movilidad es ahora un requisito casi indispensable. De tener que trabajar en otra ciudad durante largas temporadas, es mucho más sencillo compartir un piso y tener una base de operaciones siempre disponible.
- Compartes tu vida con otras personas. No siempre hay que casarse o tener pareja. En ocasiones, basta con tener a alguien con quien hablar para evitar enfrentarse a la soledad. Eligiendo bien a los compañeros de piso es posible establecer una relación de amistad tan duradera como beneficiosa.
- Por hacer una labor social. Compartir piso con pensionistas es una tendencia al alza. Ser mayor de 40 implica que tienes ya cierta madurez, por lo que podrás aportar calma y eficacia a otras personas de mayor edad. La soledad es una dura plaga que puede combatirse con propuestas como estas.
La mayoría de las personas que comparten piso a esta edad subrayan cómo pagan menos, tienen más dinero para dedicarse a viajar y viven muy felices. ¿No son estos motivos más que suficientes para entender por qué han decidido elegir esta opción?
¿Compartir piso después de los 30 dice algo malo de mí?
Es posible que al llegar a los 30 muchos de los que te rodean opinen que ha llegado el momento de «sentar la cabeza». Se les olvida que cada cual puede vivir su vida como desea y que opciones como los pisos compartidos con mayores 50 no te limitan, más bien todo lo contrario. Lo que dirán de ti al seguir compartiendo tu vivienda a tu edad se resume en estos puntos:
- «Seguro que estás todo el día pidiendo comida rápida». Lo mejor es que puedes permitírtelo porque no estás siempre con la soga al cuello en cuanto llega el día 20 de cada mes. Además, si dispones de un documento del tipo cuánto gasto en comida a domicilio, será suficiente para gestionar mejor tus cuentas.
- «No te vas a casar en la vida. Parece mentira que no hayas descubierto que los solteros van como un alma en pena por la calle y que no tienen ningún tipo de futuro». ¿Alguien le puede poner precio a tu libertad?
- «Al final, lo barato sale caro y gastas más que si pagaras una hipoteca». Otro clásico. Para algo se inventaron las aplicaciones para organizar tus finanzas. Además, ¿a quién le importa en qué te gastas tu sueldo?
- «¿Qué haces viviendo con jóvenes o con personas tan mayores?». Muchas personas no caen en la cuenta en que la edad no tiene por qué ser ningún inconveniente. ¿Quién no ha tenido un hermano mucho más pequeño o vive con sus padres? Por otro lado, la diferencia generacional puede ser ventajosa para ambas partes. Siempre aprenderemos algo nuevo o podremos enseñarlo.
Es una cosa de los demás y no tuya
He aquí la clave de la cuestión. Ser tú mismo te hará feliz y te permitirá vivir la vida como tú prefieras. Es posible que les suene extraño, que no entiendan que vivas con otras personas o que prefieras estar con desconocidos antes que con tus familiares, pero es tu decisión.
Puedes recordarles a los que te critican cualquiera de sus decisiones a lo largo de su vida. Cada cual hace lo que estima más oportuno en cada momento. Renunciar a tu independencia solo te llevará a amargarte y a seguir entrando en un molde predeterminado en el que no te sentirás nada bien.
Así, compartir piso a los 40 no deja de ser tu manera de disfrutar de la vida. No escuches a los de siempre y vive como más te guste. Serás más feliz y te olvidarás de tener que pensar en nada salvo en tu propio bienestar.
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