El yoga es una práctica milenaria física y espiritual que surgió en la antigua India y que ha sobrevivido y evolucionado hasta nuestros tiempos. Lo que conocemos como yoga a día de hoy poco tiene que ver con lo que fue en sus orígenes pero sigue ofreciendo los mismos beneficios a aquellos que lo practican: estar en armonía con uno mismo y con su entorno. Si has practicado yoga sabrás de lo que hablo.
El Yoga Boom
En los años 1980, el yoga se popularizó por todo el mundo occidental como una forma de ejercicio físico. Sin embargo, el gran y más reciente boom que ha experimentado el yoga empezó hace tan solo unos 10 años.
Ahora el yoga está de moda más que nunca y su popularidad ha hecho que llegue no solo a los gimnasios, también a los escaparates de las grandes marcas de ropa deportiva, a las cuentas de Instagram de las celebrities y al mundo de la publicidad.
Algunos yoguis ven con malos ojos la comercialización que está experimentando esta disciplina porque consideran que se está dejando de lado su esencia más espiritual y su propósito inicial de conectar al ser humano con el universo.
No lo voy a negar, tienen parte de razón. Pero yo siempre prefiero mirar el lado positivo de las cosas. El apogeo del yoga que estamos viviendo, además de para lucir leggings nuevos, también puede ser una oportunidad para que sus enormes beneficios tanto físicos como mentales lleguen cada vez a más personas. Y no hablo solo de mujeres.
¿Por qué hemos feminizado el yoga?
Lo más seguro es que cuando los grandes maestros como Iynegar difundieron el yoga a la sociedad occidental en los años 50, no se imaginaban que esta disciplina se convertiría en un deporte de moda para mujeres.
Lo cierto es que existe una absurda creencia generalizada de que el yoga es solo para mujeres. Una de las razones probablemente sea que las mujeres, en general, son más flexibles por naturaleza, y otra, porque es lo que hemos visto en Instagram.
¿Qué imagen aparece en tu cabeza cuando oyes la palabra yoga? Es probable que muchos tengáis la imagen mental de una chica joven, delgada, vistiendo el último conjunto de licra de Oysho y haciendo una postura imposible de contorsionista.
Esto es lo que vemos en las redes y en la publicidad y es la imagen que hemos vinculado al yoga.
No obstante, el yoga es mucho más que esto. Es una disciplina que ofrece beneficios a cualquier tipo de practicante y que puede adaptarse a todas las personas independientemente de su edad, sexo o condición física.
Una práctica para todos
La verdad es que en la mayoría de estudios de yoga el porcentaje de mujeres todavía supera con creces al de los hombres, pero parece que las cosas empiezan a cambiar poco a poco. La oferta de clases de yoga se está diversificando y, hoy en día, ya puedes encontrar clases de yoga dirigidas a distintos públicos y colectivos.
A continuación te cuento cuáles y cómo puede beneficiarse de esta práctica cada perfil de persona:
Yoga para niños
El yoga para niños se plantea como una actividad divertida y física en la que los pequeños desarrollan su imaginación y creatividad. El yoga puede ayudar en la educación y crecimiento de un niño tanto de manera física como psicológica. Por ejemplo: en la mejora de la concentración y el aprender a no distraerse cuando realiza ciertas actividades. Un aprendizaje que le beneficiará en otros ámbitos de su vida como en los estudios.
El hecho de aprender a calmarse y relajarse desde pequeños, creará hábitos para combatir el posible estrés y la ansiedad en un futuro. Por otro lado, también les ayuda a mejorar su postura y a tener un cuerpo flexible y saludable desde pequeños.
Yoga para la tercera edad
Existen sesiones de yoga suave pensadas para personas de la tercera edad. La práctica del yoga ayuda a las personas mayores a mantener su masa muscular y su forma física en una edad en la que las personas tienden a llevar una vida más sedentaria .
También les enseña a relajarse y a respirar correctamente lo que puede ayudar a aliviar enfermedades respiratorias. Por otro lado, el yoga puede ayudar a mejorar la calidad del sueño a esas personas mayores que sufren insomnio.
Muchos de los grandes maestros del yoga han tenido una vida longeva, por lo que se cree que el yoga puede rejuvenecer y ayudar a conservar las facultados físicas y mentales durante más años.
Algunos expertos aseguran que el yoga puede ayudar a minimizar los problemas cognitivos o de pérdida de memoria.
Yoga para deportistas
El yoga es el complemento ideal para cualquier otra práctica deportiva. Actualmente hay clases de yoga diseñadas específicamente para personas que practican otros deportes como el running, la escalada, el crossfit o el surf.
Cada actividad deportiva potencia el trabajo de un grupo muscular concreto y a la larga puede provocar la pérdida de movilidad y elasticidad. En este sentido, el yoga ayuda a contrarrestar y equilibrar el cuerpo de ciertos trabajos específicos. De este modo puedes evitar lesiones y mejorar los resultados en tu práctica deportiva.
Yoga para ejecutivos
El yoga es muy beneficioso para personas que trabajan sentadas muchas horas delante del ordenador y/o que están sometidas a mucho estrés en el trabajo. Ya son muchas las empresas que han tomado consciencia de ello y ofrecen clases de yoga y mindfulness a sus trabajadores.
En este sentido el yoga moviliza el cuerpo y lo previene de posibles lesiones ocasionados por malas posturas. Pero no solo eso, también ayuda enormemente a la reducción del estrés y a la desconexión mental.
Yoga para embarazadas
Cada vez son más las mujeres que deciden practicar yoga durante su embarazo. La práctica aumenta la fuerza, la flexibilidad y la resistencia de los músculos del suelo pélvico.
Además ayuda a disminuir el dolor de espalda baja, las náuseas o los dolores de cabeza que algunas mujeres sufren durante el embarazo. Según algunos expertos podría reducir el dolor durante el parto e incluso ayuda a reducir la probabilidad de tener un parto con cesárea.
Yoga en familia
En muchos estudios de yoga han empezado a realizar clases para familias. Es una manera divertida y diferente de crear nuevos vínculos entre padres e hijos. Relacionarse a través del juego, la respiración, el movimiento y la creatividad fortalece la conexión entre los miembros de la familia saliendo de los roles habituales aunque sea por solo una hora. En definitiva, el yoga en familia es tiempo de calidad con tus hijos mientras te pones en forma y desconectas.
Si el yoga se ha popularizado tanto en los últimos años creo que es porque está respondiendo a la necesidad real de una sociedad en la que el 99% de las personas sufren ansiedad y estrés a diario. El verdadero objetivo de su práctica no es ser más flexible si no traer más consciencia plena y calma mental a nuestro día a día.
Tengas la edad que tengas, seas o no seas flexible, el yoga te hará sentir más en armonía contigo mismo y con tu entorno. Para mí es como una primera necesidad.
¿Ya has podido experimentar sus beneficios?