¿Necesito un seguro de vida? Posiblemente, no te lo planteas porque eres fuerte como el vinagre, pero ¿piensas igual sobre el seguro de vida familiar?
Si no conoces esta alternativa, te explicamos, en detalle, en qué consiste este tipo de póliza.
¿Qué diferencia tiene un seguro de vida de familia de uno tradicional?
Lo primero es aclarar lo que distingue a ambas propuestas para evitar confusiones:
- Un seguro de vida se encarga de pagarles a sus beneficiarios cuando fallezcas. Si es de ahorro, cuando te jubiles te darán una cantidad concreta o la recibirán también tus beneficiarios si falleces antes.
- Un seguro de vida familiar te permite asegurar una cantidad económica para tus familiares tanto si falleces como si sufres un accidente o enfermedad grave y te dan la invalidez. La diferencia principal es que esta póliza no tiene una fecha de finalización.
Por lo tanto, mientras vivas, disfrutarás la cobertura contratada. Tras fallecer, se les dará a tus beneficiarios la cantidad acordada. También hay una variante temporal que se puede contratar antes de los 70 años por si tu trabajo te exigiera este tipo de cobertura.
¿Son personalizables?
Sí. De hecho, te recomendamos que contrates nuestro seguro de vida exclusivamente el que te permita modificar la póliza según tus necesidades. Puedes hacerlo ahora, si así lo deseas.
Es cierto que siempre te van a ofrecer una serie de productos concretos, pero nadie como tú conoce qué necesitas exactamente.
Puedes asegurar el capital que quieras para aumentar la indemnización correspondiente aumentando así el precio de la póliza. Basta con que leas bien la letra pequeña para decidir en consecuencia.
¿Cuál es el precio y cómo calcular?
Si te has decidido, es posible que estés pensando ya en tu seguro de vida familiar y su precio.
El baremo para calcularlo dependerá de tu edad y de las circunstancias concretas de tu familia. Vuestro trabajo y el capital que quieras asegurar son otros factores que inciden directamente en los detalles de la contratación.
Así que, lo primero que mirará tu futura aseguradora será tu fecha de nacimiento y la de tu pareja.
Debes tener en cuenta que es posible que te soliciten informes médicos tanto a ti como al resto de tus familiares. Dependiendo de los riesgos anteriores, así será el precio definitivo de tu póliza.
Si el beneficiario fallece, ¿qué tengo que hacer?
En nuestra guía sobre cómo cobrar un seguro de vida tienes todos los detalles.
En estos casos, la primera pregunta es ¿cómo saber si un familiar fallecido tiene seguro de vida? Esto lo podrás averiguar si presentas el modelo 790, 15 días después de la muerte en la gerencia territorial del Ministerio de Justicia más cercana o en la oficina de atención al ciudadano.
Para tramitarlo, necesitarás adjuntar una copia compulsada del certificado de defunción de la persona y abonar una tasa inferior a cuatro euros.
Cuando te confirmen que el/la difunto/a tenía un seguro, llega la segunda cuestión: ¿cómo cobrar el seguro de vida de un familiar fallecido?
En primer lugar, debes leer el certificado de la existencia del seguro para leer sus características. Posteriormente, has de dirigirte a la aseguradora para solicitar el cobro. Recuerda que esta te pedirá una copia del certificado y que le hayas informado de la muerte una semana después de la misma. Cada compañía te pedirá una documentación distinta, pero lo habitual es que te solicitan:
- La póliza.
- El acta de nacimiento y el DNI de la persona asegurada.
- El certificado del registro de actos de última voluntad y una copia del testamento o de la declaración ante notario de los herederos (si existieran ambos documentos).
- El certificado de matrimonio.
- El libro de familia para identificar a los beneficiarios.
- El documento de abono del impuesto de donaciones y sucesiones.
- Si la muerte se ha producido por un accidente, se solicitará el atestado, la autopsia y otra información complementaria.
Debes saber que la aseguradora se acoge al artículo 18 de la ley 50/1980 del 8 de octubre para usar el plazo de 40 días entre la notificación del deceso y la entrega de la documentación. Es entonces cuando se comprueba si hay alguna cantidad adeudada y se realiza el pago.
Puedes elegir entre tres alternativas: un pago único, una renta vitalicia (dependiendo de la esperanza de vida del beneficiario en caso de accidente) y una renta dividida en varios años.
Como has comprobado, un seguro de vida familiar alarga su cobertura de forma distinta al de vida. De ti depende elegir la alternativa que mejor encaje con tus necesidades concretas.
Permítenos un consejo, si tienes más de 40 o 45 años y al menos un hijo, contrátalo.
Sabemos que Iron Man fue tu mejor alumno, pero es bastante probable que tu salud se resienta poco a poco. Por un buen precio, podrás garantizarles una vida de calidad a tus familiares y, sobre todo, invertir en un seguro de vida para jefas de familia.
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