Según la DGT, un 5% de los accidentes se debe al deslumbramiento. No es un porcentaje nada nimio y más si se tiene en cuenta que la casi la totalidad de siniestros que ocurren en la vía tienen que ver con el factor humano, es decir, con aquellas decisiones de seguridad que están nuestras manos. Con esto queremos decir que podemos seguir unos fáciles consejos para protegernos de esos fogonazos de luz que tanto ponen en peligro la conducción segura.
Salida de túneles
Nuestra retina requiere de un tiempo de adaptación gradual a los cambios de luz, tal y como ocurre durante el atardecer. Esta situación no ocurre cuando hay cambios bruscos de iluminación, como al salir de un túnel a la luz del día, más aún si su trazado no permite una transición progresiva de la oscuridad a la luz.
En estos casos la retina se insensibiliza, ya que pasamos de manera súbita de la visión mesópica a visión fotópica (la que adoptamos con la luz natural). Ello se traduce en una pérdida de agudeza visual que nos impide reaccionar ante los posibles obstáculos o señales como semáforos que se encuentren a la salida del túnel.
Para evitar este hecho, echa mano de los parasoles del coche antes de abandonar la oscuridad, usa gafas de sol y adapta tu velocidad para tener suficiente tiempo de reacción.
Cambio de luces
Hacer un correcto uso de las luces de largo alcance resulta fundamental para no deslumbrar a otros conductores y peatones que circulen por el arcén. Debemos pasar a las luces cortas de forma inmediata al percatarnos de que no somos los únicos en la calzada para no contribuir al estrés al volante del resto de usuarios.
De la misma manera, es imprescindible realizar un correcto mantenimiento de las luces. El cambio de las lámparas ha de realizarse en paralelo y el reglaje de los faros debe garantizar que estos estén direccionados y no alumbrar lo que no deben. Por último, la limpieza de los faros debe hacerse con productos especializados para la prevención de este fenómeno.
Espejos retrovisores y otros reflejos
Los espejos retrovisores son susceptibles de deslumbrarnos desde fuentes luminosas traseras. Alinea adecuadamente los retrovisores para evitar puntos ciegos que deslumbran a otros vehículos.
Por el contrario, cuando te sientas deslumbrado, disminuye la velocidad y presta atención a la limpieza de las lunas y ventanillas puesto que su superficie sucia multiplica el efecto de deslumbramiento.
Existen también otros deslumbramientos, los indirectos, procedentes del reflejo de las ventanas de los edificios, mobiliario urbano metálico o incluso de las lunas de otros vehículos, cuya acción podemos disminuir teniendo limpias las lunas y haciendo uso de parasoles.
El deslumbramiento es una sensación muy perturbadora al volante y por eso te traemos estas recomendaciones para seguir conduciendo con toda seguridad. El resto, déjanoslo a nosotros… ¿Ya conoces nuestro completísimo seguro de coche a terceros ampliado? Que no te deslumbren otros, con Zurich Klinc tienes la oportunidad de elegir tu póliza a medida.
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