¿En cuanto tienes algo de tiempo libre coges tu bicicleta y te vas de ruta?
Te entendemos, esa sensación de libertad es indescriptible. Sin embargo, no debes confiar exclusivamente en tu casco para protegerte.
Lo sabemos, tus músculos son de acero, pero persona precavida vale por dos, que solía decir tu abuela.
Los riesgos a los que te enfrentas al circular en bici
Salvo que vivas en el desierto, lo habitual es que para realizar tu recorrido debas cruzar una parte de tu ciudad y luego llegar a la montaña, o a la playa, por carretera.
Por orden de peligrosidad, vas a sufrir más riesgos en:
- Las calles de tu ciudad. Es donde encontrarás una mayor intensidad de tráfico y de imprevistos que deberás sortear en cuanto se termina el carril bici.
- La carretera. Aquí es, teóricamente, más sencillo poder circular por tu derecha y tienes el arcén para poder protegerte. Siempre que cumplas con las normas de circulación, no deberías tener ningún problema. Pero resulta imposible saber qué hará otro conductor, por lo que cualquier protección es poca.
- La montaña o la playa. Tanto si vas habitualmente como si es tu primera ruta, los parajes naturales tienen menos tráfico y resultan más fáciles de recorrer. Ahora bien, ¿qué ocurre si tienes un pinchazo o si sufres una caída? No queremos ser aguafiestas, pero si este tipo de accidentes lo sufren profesionales del ciclismo con horas de entrenamiento, ¿por qué no te iba a pasar a ti? Siempre puedes quedarte en el bosque y revivir la leyenda de Tarzán, pero no tardarán en descubrir que te has caído de la bicicleta y que no tienes seguro alguno al que llamar para que te ayude.
Tu bicicleta siempre protegida
5 ejemplos de situaciones de riesgo
¿Sigues en tus trece? No hay problema Iron Man/Woman, pero, por si acaso, lee cuáles son las cinco situaciones que pueden convertirte en protagonista de un accidente:
- Adelantamiento y giro a la derecha. Tú vas circulando correctamente, el conductor del coche te ve, piensa «otro ciclista» y te adelanta… para girar a la derecha unos metros más allá sin que te dé tiempo a frenar.
- La apertura imprevista de una puerta de un coche aparcado. Que te guste tener en cuenta al resto de las personas no significa que el resto piense como tú. Así, es bastante probable que cualquier persona que acaba de aparcar abra la puerta para salir del coche sin mirar por el espejo retrovisor. Este obstáculo es insalvable y el impacto está asegurado.
- Un golpe lateral. Puede producirse tanto durante un adelantamiento como en cualquier trayecto. La norma indica que debe haber un metro y medio de distancia entre tu bicicleta y otro vehículo. Si no se respeta, lo normal es que al pasar te golpeen y te hagan perder el equilibrio.
- Colisión por exceso de velocidad. Una vez más, las normas de circulación son para todos… los que quieren cumplirlas. Algunos emulan a Fernando Alonso en cualquier calle o avenida, lo que provoca que se peguen demasiado y que impacten contigo.
- Impacto en una intersección. Da igual que haya un semáforo, una rotonda o cualquier otro elemento, en cualquier punto en el que se unan varias calles hay mayores probabilidades de sufrir un accidente. Bien sea por falta de visibilidad, por exceso de velocidad o por las condiciones meteorológicas, pueden impactar con tu bicicleta.
Un momento, antes de empeñar tu bicicleta o de cambiarla por una piscina hinchable, vamos a darte todas las claves para que circules de la forma más segura posible.
¿Cómo puedes evitar un accidente?
Hay distintos aspectos esenciales que hay que valorar para evitar que sufras un percance. Toma nota:
- Lleva el casco siempre. Da igual que el trayecto sea corto o largo. No hay excusa.
- Tu ropa debe ser visible por parte de cualquier conductor.
- Respeta siempre las señales de tráfico y controla tu velocidad.
- Revisa bien la mecánica de tu bicicleta, especialmente los frenos y la dirección. Te asegurarán que puedas evitar cualquier obstáculo con mayor facilidad.
- Si notas que un coche se acerca demasiado, detente en la acera o en una parada de autobús para evitar que se pase.
- Intenta prever lo que puede suceder y circula con tranquilidad.
- Anuncia cuáles son tus intenciones a la hora de girar o hacer cualquier maniobra.
- Si hay carril bici, úsalo y no circules por la calzada en esos tramos.
Cómo te ayuda Zurich Klinc con un accidente de bici
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