La OMS ha reconocido el síndrome de burnout como dolencia mental. Cada día son más las personas que experimentan su trabajo como una trampa de la que no saben escapar. En este post te explicamos qué es el síndrome de burnout y cómo prevenirlo.
¿Qué es el síndrome de burnout?
El término “burnout” fue acuñado por primera vez en 1974 por Herbert Freudenberger, en su libro “Burnout: The High Cost of High Achievement”. Se trata de un estrés crónico producido por el trabajo, caracterizado por sensación de insuficiencia e ineficacia respecto a las tareas que se realizan, apatía y cinismo respecto al entorno laboral y la pérdida de habilidades de comunicación para pedir ayuda o reconocer que el trabajo se ha convertido en un problema.
“Cada vez que entraba en la oficina“, recuerda Montse, diseñadora gráfica de 36 años, “sentía una una sensación de apatía y desinterés, como si el trabajo que antes me encantaba ya no tuviera nada que ver con mi vida“.
Y es esta es, tristemente, la realidad de muchos trabajadores hoy en día. A veces caemos en situaciones laborales por mera “suerte” y el tiempo pasa. Y pasa. Y sigue pasando… Pero realmente no nos encontramos felices en nuestros puestos laborales, ¿y esto por qué?
¿Qué provoca el síndrome de burnout? Principales causas
Si bien es cierto que no se puede decir a ciencia cierta el porqué ocurre este fenómeno pisco-social, sí que hay muchos factores comunes entre las personas que han sido catalogadas como “trabajadores quemados”:
- Trabajar en un entorno agresivo y estresante. Más del 51% de los españoles que han cogido una baja por ansiedad o depresión, afirman que el estrés laboral es el factor catalizador. La “mala vibra” entre los compañeros, la falta de atención por parte de los responsables, una relación tóxica con los clientes, y por supuesto, la presión, son elementos que van causando agotamiento mental silenciosamente.
- Mucha exigencia. Ciertamente todo trabajo tiene su nivel de exigencia, pero es diferente cuando existe la sensación de que nunca es suficiente. Dice Montse: “Siento que tengo que mantener feliz a mi jefe. Hago unas 15 entregas del mismo diseño y nada le gusta. Llega un punto que no sé que hacer. Ya me da igual“. Esto ocurre cuando la dinámica laboral se convierte en dar a como de lugar, pero sin ningún tipo de valoración o de aprecio por parte de los compañeros o jefes.
- Baja remuneración. Sabemos que el trabajo es (aunque no lo parezca) el segundo hogar. Piénsalo bien. Pasas como mínimo 8 horas de tu vida a la semana en una tienda, una oficina o conectado teletrabajando. Tus compañeros de trabajo se convierten en las personas con la que pasas más tiempo -incluso más que con tu pareja, amigos o familiares-, tienes que cumplir las normas de la empresa, y dar lo mejor de ti ofreciendo tus conocimientos. Si en tú verdaderamente no consideras que estás siendo pagado por lo que vales, esto hace crecer la bola del malestar. Sin duda te estás quemando.
Soy un burnout. ¿Qué puedo hacer?
Lo más importante es que tú lo detectes. ¿Cómo? siendo consiente de cómo te sientes en relación con tu actividad laboral. Esto no quiere decir que por el hecho de que tengas un problema en el trabajo, o estés pasando por una situación peliaguda, ya seas un burnout. El síndrome va más allá.
Si has notado que tu productividad laboral ha bajado en picada, estás totalmente desmotivado, sientes frustración, agotamiento y, sobre todo, una gran sensación de negativa con respecto a tu entorno laboral, y que es visible también para las personas que están a tu alrededor, entonces sí podrías decir que estás burnout.
Este síndrome deviene de un malestar que se ha prolongado en el tiempo. Pero, ¡no te preocupes!, como todo en la vida tiene solución.
1- Cambia de trabajo. Suena fácil. Lo sabemos. Pero piénsalo de esta manera: ¿por qué te quedarías en un sitio donde te sientes mal, eres infravalorado, o bien, simplemente no encuentras una razón para estar? A veces la solución es más fácil de lo que parece. No dejes que el miedo te venza e intenta hacer un cambio. Recuerda que todo cambio siempre trae algo positivo y una enseñanza.
2- Medita. La meditación es una práctica ansestral que nos ayuda precisamente a calmar la mente en los momentos más difíciles. Permite aclarar los pensamientos para tomar las decisiones correctas a los problemas que se nos presenten en el día a día. Las posturas para meditar son muy fáciles de hacer y puedes realizarlas prácticamente en cualquier lugar. Así que, sin duda, es aconsejable que si ya has detectado que tienes el síndrome de burnout, comiences a practicarla.
3- Habla con un experto. Al igual que con cualquier otro malestar piscológico, es importante que hables con un psicólogo si este síndrome de burnout te resulta muy complicado de superar. Tú salud mental es igual de importante que tu salud física, así que no lo reprimas y busca ayuda si lo consideras necesario.